(Por: Pedro Izzo). “Chi chic chi le le le, ¡viva Chile!” con este cántico y tras alcanzar un triunfo histórico en la final de la Copa América 2015, la selección chilena llegó a la inédita Copa América Centenario, en los Estados Unidos, como una de las candidatas a repetir la hazaña; sin embargo, Argentina, Colombia, México y hasta los anfitriones, también se apuntaban a levantar el cetro.
En la fase de grupos se dio una tempranera revancha, que a la postre no valió de nada, Argentino venció con categoría y buen fútbol a un equipo chileno que pareció venirse abajo en las manos de Juan Antonio Pizzi, sucesor de Sampaoli. Victoria 2×1 para la albiceleste, que terminó invicto en el grupo D, para luego golear 4×1 a Venezuela (cuartos de Final) y 4×0 a EEUU (Semifinal).Con estos resultados, la albiceleste asumió el gran favoritismo en la final, tras una historia reciente, desfavorable.
Por la otra llave, la roja de Suramérica pasó la página de aquel primer encuentro gris, en seguida salió de Bolivia (2×1), doblegó a Panamá (4×2) y desató la furia en cuartos de final contra los mexicanos, concretando la goleada del torneo (7×0). Ya en semifinal, Colombia no tuvo argumentos frente a los chilenos que aseguraron temprano el triunfo 2-0.
Final
En la final, todos hablaban de la revancha para la albiceleste, parecía el momento idóneo para repetir la primera victoria de este torneo y borrar aquella final de 2015 que estuvo a 11 metros de la consagración. En 90 minutos, Higuain pudo ser el héroe, pero volvió a fallar una que parecía increíble. Partido de mucho roce y alta intensidad. Con 10 jugadores por lado y sin goles, así llegó la prórroga y también los penales.
La última final favoreció a Chile, mientras Argentina buscaba romper un maleficio en finales; para sorpresa de muchos, Messi la mandó a volar sobre el travesaño y Bravo tapó a Biglia, la revancha quedó en revancha y los canticos chilenos corearon sin cesar “Chi chi chi le le le, ¡viva Chile!”.
